Veterinario con ganado

Cuando se pretende que prevalezcan los criterios políticos en sanidad animal se generan problemas de salud pública y económicos.

En su artículo de hoy 1 de Junio en el Norte de Castilla, Silvia G. Rojo, se hace eco de la voz de alarma que desde Sivecal se ha dado, cuando por parte de la clase política castellano y leonesa  se pretende hacer valer su criterio, sobre el meramente técnico, sanitario y estrictamente profesional. Nuestro presidente Manuel Martínez, es contundente cuando asegura que se ha llegado a un punto en el que «están prevaleciendo criterios políticos sobre los criterios técnicos y se están poniendo en riesgo años de esfuerzo y sacrificio».

Ha sido el Sindicato Veterinario de Castilla y León el que ha lanzado la voz de alarma sobre los problemas tanto de salud pública como económicos que puede provocar la tuberculosis bovina si no se respetan los criterios técnicos. 

Cuando el consejero Dueñas, en su comparecencia del 18 de mayo hizo afirmaciones del tipo « la tuberculosis bovina no es un problema de salud pública o manifestando su intención de cambiar protocolos de lucha contra la enfermedad abandonando la idea de erradicar la tuberculosis bovina cambiándola por la táctica del control» puso en alerta a todo el colectivo veterinario.

Destaca nuestro presidente respecto a la Tuberculosis bovina, que esta enfermedad es la segunda causa de mortalidad en el capítulo de patologías infecciosas a nivel mundial y entre los objetivos para el desarrollo sostenible, está el de erradicarla en el año 2030 en las personas, con la consiguiente repercusión para los animales. «En el caso de los animales acarrea importantes inconvenientes económicos porque restringe los movimientos, no se puede exportar, pero lo más grave es la repercusión en la salud pública»

En la mesa de las Cortes se preguntan si las dimisiones de varios cargos relacionados con la sanidad animal s tienen que ver todo lo que está ocurriendo. El procurador Francisco Igea, ha planteado si «los cambios en los protocolos» ha sido el detonante de la dimisión del jefe de Servicio de Ayudas Agrícolas, José Ramón Martínez, y de la jefa de servicio de Sanidad Animal, Olga Mínguez, un referente en la sanidad animal de la región durante más de 16 años.

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