Manuel Bernardo Álvarez. Veterinario
El 25 de enero cumplió cien años la creación de la OIE (Oficina Internacional de Epizootias). En 1924 un grupo de 28 países decidieron crearla, con motivo de que en 1920, de detectó peste bovina en cebús que procedían de la India e iban a embarcar para Brasil en el puerto de Amberes de Bélgica.
Hace cien años eran nueve las enfermedades que se intercomunicaban los países miembros. La adhesión de España a la OIE la firmó en 1924 José María Quiñones de León, embajador en Francia y que había sido senador en el distrito de Sahagún (León) por los conservadores. Actualmente 183 países constituyen la OMSA, (Organización Mundial de Sanidad Animal) acrónimo nuevo de la OIE, desde 1997. Son 118 las enfermedades que en la actualidad son de declaración obligatoria, la mayor parte de ellas zoonosis (enfermedades que desde los animales terrestres y acuáticos pasan a las personas). También es obligatorio comunicar las enfermedades emergentes (nuevas). La pandemia de Covid-19 ha impulsado el cuatripartito OMS-OMSA-FAO-PNUMA bajo el prisma de Una Sola Salud: Salud humana, salud animal, salud por alimentos y salud del medioambiente.
En España comenzaron a rugir los tractores en fechas pasadas, después de las protestas iniciadas en Alemania, Bélgica, Francia, Portugal.
Vamos a dejar la política al margen de las justas protestas de agricultores y ganaderos. La PAC se cocina en el Parlamento Europeo, habrá elecciones en junio. Un total de 705 parlamentarios de los 27 países son sus cocineros. La distribuye y coordina el gobierno central y la gestionan los gobiernos autonómicos. La mayoría de los políticos participantes son de centro derecha, y la mayoría de los gobiernos de Europa son de centro y de derechas. España tiene un gobierno central, que se dice progresista y de izquierdas, pero en la mayoría de las autonomías, en once, gobierna la derecha con la ultraderecha. Quiere esto decir, que todos los partidos políticos, todos, en la medida de su poder y de sus competencias están involucrados en la PAC y en los requisitos que se exigen a agricultores y ganaderos.
Lo de hacerse fotos subidos al tractor y llamar a la «guerra santa» a la gente del campo, es postureo y en algunos casos cinismo y más cuando gobiernas. Lo de las plataformas reivindicativas que han surgido, alentadas por la extrema derecha, no merece ni comentarios. Los tres sindicatos mayoritarios del campo ASAJA, COAG y UPA son los representantes de los agricultores y ganaderos y a ellos les ha recibido el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, que el día 19 se reunirá con los consejeros de Agricultura y Ganadería de las comunidades autónomas en el Consejo Interterritorial y el próximo día 26 se reunirá con la Comisión Europea de Ministros de Agricultura y Ganadería, de los 27 estados miembros.
La PAC tiene un presupuesto para los 27 países de 386.602,8 millones de euros y es la partida más grande del presupuesto europeo. España recibirá de la PAC ya aprobada en el periodo de 2021 a 2027, 47.700 millones de euros. El pasado año, 622.404 agricultores y ganaderos españoles solicitaron las ayudas que consistieron en 4.875 millones de euros, ya han recibido parte de ellas y el total lo percibirán antes de junio de este año 2024.
Por otra parte, la gente del campo debe entender, que la salud y la sanidad de animales y vegetales y los productos, medicamentos y fitosanitarios que algunas veces se utilizan, repercuten en la salud del medio ambiente y también en la seguridad alimentaria y en la salud de las personas.
El conflicto actual y las protestas hacen más patente y necesario el concepto ‘One health’ la interconexión de la salud ambiental, salud animal, alimentos y salud humana. Los agricultores y ganaderos piden rebajas en el combustible, ayudas para la sequía y para las pérdidas por la EHE (Enfermedad Hemorrágica Epizoótica) que ha causado numerosas bajas y perdidas económicas en la ganadería de vacuno, más de la mitad en Castilla y León. Han muerto más de 16.000 vacas en España y hay pérdidas por lucro cesante en vacas nodrizas, abortos y gastos por terneros muertos y por costes veterinarios.
Debería trabajarse ya en la investigación científica para buscar una vacuna que resuelva el problema de esta enfermedad vírica y con transmisión vectorial.
Los agricultores y ganaderos españoles, cargados de razón, protestan por algunas medidas de la nueva PAC, como la implantación del ‘Cuaderno Digital’ (deberán grabarse por internet, los riegos, los tratamientos fitosanitarios y todas las actuaciones en las explotaciones). Está bien esta medida, sino fuera que en muchas partes del territorio no hay cobertura y muchas personas son demasiado mayores para usar internet, sobre todo en medianas y pequeñas explotaciones. Se aplazará, probablemente, su uso.
Piden también las gentes del campo, ayudas más efectivas en los seguros agrarios, que una parte financia el gobierno central y otra parte las autonomías, aunque el año pasado su cuantía aumentó en gran medida llegándose a los 1.241 millones de euros un 56% más que en 2022.
La siniestralidad, derivada del cambio climático, ha aumentado en gran medida. Se piden también, muy razonablemente, las ‘cláusulas espejo’ que consisten en exigir lo mismo a los productos alimentarios que entran de fuera, de terceros países de la Unión Europea, sobre todo en materia de LMR (Límite Máximo de Residuos). Este tema es polémico a nivel de la Comisión Europea y no existe acuerdo. En la UE se han hecho solo 613 interceptaciones de frutas y hortalizas con residuos. Es muy poco. Son pocas las inspecciones y los análisis efectuados. Hay que reorganizar la inspección y los análisis en frontera, donde también hay veterinarios.
Concurren otras circunstancias como los precios de producción de productos. El SMI, salario mínimo interprofesional, en España, era en el año 2000, tres veces superior al de Marruecos; en 2023 es cinco veces superior. Hay terceros países que producen más barato e introducen sus productos más baratos. Esto engarza con el seguimiento y las inspecciones de la Ley de la Cadena Alimentaria, solo se han hecho 949 inspecciones en 750.000 explotaciones agrarias y las sanciones más altas han sido de 18.000 euros. Sale barato delinquir. Inspecciones hay, pero pocas.
Los agricultores y ganaderos están obligados a hacer contratos cuando vendan productos por encima de 1.000 euros y no deben hacer ‘ventas a pérdidas’ (por debajo del coste de producción), donde se lucren intermediarios, distribuidores o grandes empresas. Hay que vigilar esos contratos e inspeccionar las explotaciones.
Hay que incrementar las inspecciones, pueden hacerlo los veterinarios de Agricultura y Ganadería y los de Sanidad; los veterinarios oficiales inspectores de las autonomías, que son los que están sobre el terreno, y ya inspeccionan la PAC, las ayudas ganaderas, al comercio minorista, a los mercados, almacenes, e industrias y mataderos. Incrementen el personal veterinario oficial de las autonomías y este problema será resuelto con eficacia.
En el año 2022 de los 807.034 establecimientos alimentarios se realizaron 542.305 inspecciones de seguridad alimentaria, el 70% en el PNCOCA (Plan Nacional de Control de la Cadena Alimentaria) y se detectaron 71.000 incumplimientos, de Seguridad Alimentaria, que se corrigieron de diferentes formas administrativas. Solo en 102 expedientes hubo que recurrir a medidas judiciales. Atendieron también los veterinarios oficiales, 363 alertas en 880 expedientes, del SCIRI y del RASFF, de origen animal, de origen vegetal y de materiales en contacto con alimentos. Aumentando el número de inspectores oficiales veterinarios de Ganadería y de Sanidad de las comunidades autónomas, que lleva descendiendo desde el año 2021, estos temas de inspección estarían resueltos. En la actualidad solo hay 210 inspectores de Consumo para toda España. Solo hay 3.205 inspectores de seguridad alimentaria, cifra insuficiente, el ministro ha prometido reforzar la Agencia Estatal de Inspección de Control Alimentario (AEICOA). Hágalo con veterinarios.
Debe retomarse el incremento de la ganadería extensiva y la figura del veterinario de explotación y facilitar la incorporación de jóvenes a la agricultura y a la ganadería.
Hay que simplificar la burocracia existente y puede hacerse, una cosa es justificar las subvenciones recibidas y otra es martirizar con cientos de papeles a los subvencionados, que la mayor parte de las veces son inservibles. Una de tantas ocurrencias de la nueva PAC, son pedir fotos georeferenciadas, es decir haces una foto con tu smartphone de tu parcela agrícola y la envías con la solicitud, y si no hay cobertura de internet o no tienes telefonillo, como lo haces…..papeles…..papeles.
Úrsula Von der Leyen ya invalidó la rebaja a la mitad que se había hecho del uso de plaguicidas y pesticidas, los agricultores deben concienciarse que deben respetar la legislación en materia de seguridad alimentaria, pues influye en la salud humana. Debe aumentarse también la agricultura ecológica y mejorar el bienestar animal. España tiene 400 millones de animales de producción y somos la huerta europea y una potencia mundial en porcino, ovino, aviar y pesca.
Hay que congeniar las medidas contra el cambio climático, hay que disminuir la contaminación, reducir el uso de plaguicidas como el cloropirifos, para mejorar la salud del medioambiente y la salud de animales y personas. El uso de fitosanitarios debe estar muy controlado. Francia ha usado una cláusula de salvaguarda para prohibir el tiacloprid en frutas y hortalizas. La transición ecológica es inevitable, fertilizantes inteligentes, nueva maquinaria, nuevos sistemas de riego, hay que contaminar menos.
La nueva PAC también incluye los ecoregímenes, donde pueden acogerse los agricultores y ganaderos, estos ecoesquemas están bien y son prácticas y enfoques agrícolas y ganaderos respetuosos con el clima y el medio ambiente, pastoreo extensivo, siega, espacios de biodiversidad en espacios húmedos. En cuanto a rotaciones de cultivos y superficie de barbecho, se reestructurarán las zonas teniendo en cuenta la sequía.
Los consumidores también podemos aportar por nuestra parte soluciones, debemos comprar y tomar alimentos de temporada y de cercanía.
En el Bierzo lo tenemos fácil, además deberíamos comer menos cantidad. Lo ideal es comer de todo y poca cantidad, hacer ejercicio físico y mantenernos activos socialmente, son los secretos de una buena salud.
Es paradójico que la mitad de la población mundial tenga sobrepeso y que el 10% (casi ochocientos millones de personas) pasen hambre. Cada uno en la medida de nuestras posibilidades debemos contribuir a equilibrar la alimentación que consumimos y a no desperdiciar alimentos.
Sigan dialogando agricultores y ganaderos con las autoridades autonómicas, estatales y europeas, su trabajo es importante y necesario, los alimentos dependen de ustedes. ¡Ánimo!